La diferencia entre los casinos físicos y los casinos en línea.
Antes de la llegada de Internet, la única forma de participar en la diversión de las apuestas de casino era visitar un casino real. O eso, o conformarse con participar de vez en cuando en una noche benéfica en Las Vegas.
Sin embargo, en las dos últimas décadas, el debate entre los casinos físicos y los casinos en línea ha crecido, y algunos prefieren los físicos. Otros, en cambio, prefieren la comodidad y la facilidad de acceso de la versión en línea.
Para tratar de determinar los aspectos clave que diferencian a los casinos tradicionales de los casinos en línea, la siguiente lista recoge ocho aspectos diferentes que separan a ambas entidades:
Accesibilidad
Aunque el número de casinos físicos ha aumentado considerablemente, muchos de ellos siguen requiriendo un largo viaje para que la persona media pueda visitarlos. Eso, a su vez, requiere gastos de viaje, así como el pago de alojamiento cuando hay que pernoctar o de aparcamiento si está cerca. Con un casino en línea, lo único que se necesita es tener acceso a Internet.
Limitaciones de tiempo
Aunque los casinos físicos suelen estar abiertos las 24 horas del día, puede haber ocasiones en las que el mantenimiento o la simple falta de jugadores obliguen a cerrar una zona. O eso, o los casinos online están siempre disponibles y no tienen necesidad de limpiar o no les importa si sólo juega una persona.
Pagos, probabilidades e incidencias
Dado que los casinos tradicionales no sólo tienen empleados a los que pagar, sino también costes fijos, como la electricidad y el agua, las probabilidades que ofrecen serán más altas, mientras que los pagos serán más bajos que los de la versión en línea. Cambiar esa fórmula reduciría su margen de beneficios, algo que no harán. A diferencia de los casinos online, tampoco permitirán a los jugadores jugar partidas de práctica para ayudarles a mejorar su habilidad ni ofrecerán fichas de casino gratis. En este último caso, los casinos tradicionales sólo las ofrecen a los grandes apostadores a los que no les importa perder miles de dólares cada año.
Comida y bebida
Los casinos físicos disponen de buffets y una gran variedad de restaurantes, pero prohíben o desaprueban que los jugadores lleven esa comida a las mesas de juego. Cuando se juega en línea, una persona es libre de comer mientras juega, sin que nadie se queje por ello. Además, la comida que se compre costará sin duda menos de lo que cobran los casinos físicos.
Códigos de vestimenta y fumar
Otra gran diferencia entre los casinos tradicionales y los casinos en línea es la preocupación por la vestimenta de los jugadores. La mayoría de los casinos físicos prefieren que los jugadores vayan bien vestidos, pero a la versión en línea no le importa lo que lleve puesto una persona, ¡o incluso si lleva algo puesto! En la misma línea, muchos casinos tradicionales se han declarado libres de humo, pero los casinos online tampoco se preocupan de si una persona fuma o no.
Distracciones
Por su propia naturaleza, los casinos físicos pueden ser lugares ruidosos, con gente hablando, máquinas tragaperras emitiendo sonidos u otros ruidos que limitan la capacidad de concentración de una persona. Por el contrario, quienes utilizan un casino online pueden hacerlo en paz y tranquilidad, a la vez que tienen cierta privacidad frente a las personas que interfieren con ellos, lo que permite centrarse más en ganar.
Divisas e idioma
Una persona que se encuentre en un casino tradicional en el extranjero podría encontrarse con que no tiene suerte si su moneda no es aceptada por ningún casino de la zona o si no habla el idioma nativo. Este no es el caso de los jugadores en línea, ya que la mayoría de los casinos están situados en el extranjero y aceptan la mayoría de las divisas, además de ofrecer páginas traducidas.
Seguridad
Ganar en un casino tradicional puede ser una experiencia emocionante, pero recoger sus ganancias puede ponerle en peligro de sufrir un robo o algo peor. Los que utilizan un casino en línea pueden estar tranquilos sabiendo que sus ganancias están seguras y que se les pueden enviar directamente a ellos o a su banco, si así lo desean.
El juego, en cualquiera de sus formas, siempre es un subidón para el jugador, pero determinar qué lado prefiere depende de cada uno. El juego en línea ha llegado para quedarse, lo que no hará sino avivar el debate en los próximos años.